Opinion

Crónicas de la Cuarta Transformación 20-03-20

new.author
Por Leopoldo Martínez Velarde 20 Marzo 2020

Columna de Leopoldo Martínez

En la República que tiene otros datos, con una estampita no basta.

Con un Presidente de la Republica, que prefiere encomendarse a amuletos que tomar decisiones políticamente costosas, lo que la sociedad ha hecho en materia de prevención sanitaria es la auto organización. Las empresas organizan guardias y trabajo a distancia, las escuelas particulares deciden cerrar sus puertas antes de los tiempos oficiales, en los hogares no se esperan a una acción de la cuarta transformación, que quizá nunca llegue, y mejor se quedan en casa.

Después de la salud, lo que más se tiene que cuidar es el empleo.

De acuerdo con una nueva evaluación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la crisis económica y laboral provocada por la pandemia del COVID-19 podría aumentar el desempleo mundial en casi 25 millones de personas. Sin embargo. En caso de haber una respuesta política coordinada a nivel internacional, como ocurrió frente a la crisis financiera mundial de 2008-2009, el impacto sobre el desempleo mundial, nacional y estatal podría ser significativamente menor.

Una situación extraordinaria, requiere medidas extraordinarias.

En la nota de evaluación preliminar, “El COVID-19 y el mundo del trabajo: Consecuencias y respuestas”, se pide la adopción de medidas urgentes, a gran escala y coordinadas basadas en tres pilares: proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo, estimular la economía y el empleo, y sostener los puestos de trabajo y los ingresos. Esas medidas incluyen la ampliación de la protección social, el apoyo para mantener el empleo y la concesión de ayudas financieras.

Sinaloa tiene la fórmula que puede ayudar a mitigar los daños.

En primer lugar. El diálogo social activo entre los trabajadores y los empleadores y sus representantes, es vital para fomentar la confianza del público y el apoyo a las medidas necesarias para superar esta crisis. En segundo lugar. Las normas internacionales del trabajo proporcionan una base de probada eficacia para las respuestas políticas que se centran en una recuperación sostenible y equitativa que reduzca al mínimo los perjuicios para las personas.

El Gobernador Quirino Ordaz Coppel logro unir a todos los sectores de la sociedad sinaloense.

Desde los primeros dias del brote epidémico, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel, se puso a la cabeza del cerco sanitario contra coronavirus en Sinaloa. Fiel a su estilo personal de gobernar, el Mandatario estatal ha realizado visitas sorpresivas en los puntos de supervisión sanitaria para distribuir la información oficial, que es la única que se recomienda atender para no caer en el juego presidencial, el cual, queriendo o no, está creando una situación de pánico innecesario.

La capacidad de convocatoria y liderazgo de Quirino Ordaz Coppel ha generado un ambiente de tranquilidad y de prevención responsable que incitan a jalar parejo para salir de la crisis.

Otras opiniones del autor

Este espacio es para ti. ¡Anuncíate con nosotros!