Opinion

Crónicas de la Cuarta Transformación 22-11-19

new.author
Por Leopoldo Martínez Velarde 22 Noviembre 2019

Columna de Leopoldo Martínez

No se puede emprender una historia del pensamiento y la vida política de México, si la investigación no recurre a una de las fuentes primarias más importantes.

Ignacio Ramírez, mayoritariamente conocido como El Nigromante, es una de las figuras políticas y periodísticas más importantes y combativas de la vida mexicana. Inicio su carrera en el periodismo el año de 1845, cuando, en colaboración con Don Guillermo Prieto y Don Manuel Payno, decidió la fundación de un periódico que se autodenominaba como burlesco, crítico y filosófico que sería redactado por un simple ciudadano que recibiría el nombre de Don Simplicio.

El Nigromante es quien trae la realidad funcionando contrario sensu de lo que se cree y afirma.

El aspecto específico que correspondió a El Nigromante en la sátira social y política de Don Simplicio, fue un profundo conocimiento de la realidad de México. Aun dentro del tono satírico y general de Don Simplicio, los artículos de Ignacio Ramírez se caracterizaron por el radicalismo de su crítica social y política que demostraría, con el tiempo, ser una de las más agudas y certeras de su época, mismas que, que con una similitud pasmosa se reflejan en nuestros días.

Figura influyente y maestro de muchos, El Nigromante cumplió 201 años de existencia.
El 23 de junio de 1818 nació en San Miguel el Grande (hoy San Miguel de Allende, Guanajuato)
Juan Ignacio Paulino Ramírez Calzada, mejor conocido como El Nigromante. De familia librepensadora, su padre, de ascendencia tarasca, se llamó Lino Ramírez: fue un importante ejecutor de las Leyes de Reforma de 1833. Su madre Sinforosa Calzada, de puro origen indígena, permitió que en el salón de costura de su casa se escondieran armas para los insurgentes.

El Nigromante, el indígena orgulloso, el liberal indómito, está de vuelta.
Muy pocos saben que Ignacio Ramírez, El Nigromante, dejó a sus descendientes una versión oral de su propia vida y, con ella, un importante acervo documental y fotográfico que contiene gran cantidad de documentos que tratan numerosos temas y ciencias: economía, educación, filosofía, historia, gobierno, política y lingüística. Ahora, a un año de cumplir bicentenario del nacimiento de un hombre que ayudo a hacer de Mexico una Nación libre y soberana es justo recordarlo.

Si intelectualmente alguien independizó la mente del pueblo mexicano fue El Nigromante.

Dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, con una lógica que desarma, que un nigromante es aquel que habla con los muertos. La definición de tal actividad ya no es tan oscura en tiempos más actuales. Por ejemplo. Es de sobra conocido que uno de los paradigmas de la Cuarta Transformación, Don Francisco y Madero, practicaba el espiritismo, que, a decir de quienes saben de estos temas, no es otra cosa que hablar con los muertos. Como el Nigromante.

Es, en memoria, de El Nigromante que hemos titulado a estas reflexiones “Crónicas de Don Simplicio”.

Otras opiniones del autor

Este espacio es para ti. ¡Anuncíate con nosotros!