El mantra sagrado “no somos iguales” ha quedado desahuciado.
Lo que voy a relatar, ocurrió en 2016, pero marco la pauta de lo que hoy es el Gobierno del Presidente Lopez Obrador. La revista Proceso de ese año, publica que, al darle cabida en Morena a Evaristo Hernández Cruz, un ex priista tabasqueño al que Lopez Obrador había acusado de corrupto, este le dijo a la prensa: “Todo el que está en el PRI y decide pasarse a Morena, nosotros pensamos que se le debe perdonar. Al momento que alguien se sale del PRI queda limpio”.
Vivir fuera de la cuarta transformación es vivir en el error.
Le pongo un ejemplo. El ex priista Fernando Castro Trenti, que apoyo con todo al hoy Gobernador de Baja California, el inefable Jaime Bonilla, ya presta sus servicios como asesor en la Cámara de Diputados, nada más y nada menos, que, del coordinador de la bancada de Morena, Mario Delgado. Asi las cosas. Conforme pase el tiempo, veremos tanto en el Legislativo como en el Ejecutivo, a ex priístas conversos que sin pudor dirán que es un honor estar con Obrador.
El mensaje simbólico es inequívoco:
Cinco sonrientes personajes se toman la foto ante una mesa en un restaurante en Santiago de Palmillas, Querétaro, después de hacer una visita a la central eléctrica de esa entidad. La secretaria de Energía, Rocío Nahle, está flanqueada por el Presidente López Obrador y por el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto. Junto a cada uno de ellos se encuentran el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, y Manuel Bartlett Díaz.
Con los amigos no solo hay justicia y gracia, también se comparten sonrisas y una barbacoa.
La inclusión de Santiago Nieto en el restaurante de Palmillas es del todo inopinada. Nada tenía que hacer en esa mesa el responsable de investigar operaciones con recursos ilícitos. Aunque nació en la Ciudad de México, Santiago Nieto, vivió y estudió en Querétaro y se le ha mencionado como un posible candidato a la gubernatura de ese estado para 2021. Por eso, su repentina incorporación en ese almuerzo implicó un respaldo adicional tanto para el como para Bartlett.
Si existe algo mejor que una amistad, eso se llama complicidad.
El sábado, Vinicio Limón Rivera, representante del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana, agradeció al Presidente López Obrador la designación de Manuel Bartlett, como director de la CFE, porque, dijo, "es el único con los tamaños" para rescatar a la empresa. El domingo, en su cuenta de twitter, Manuel Bartlett público que por instrucciones del Presidente Lopez Obrador, serán revisadas las condiciones laborales de los empleados de la CFE.
Sólo la complicidad puede salvarlos, al menos por ahora.