Crónicas de la Cuarta Transformación 24-11-19
Por Leopoldo Martínez Velarde 24 Noviembre 2019
Columna de Leopoldo Martínez
una plataforma digital que genere empatía con la opinión pública, no tiene precio.
De acuerdo con un análisis realizado por El Debate, los partidos políticos registrados en Sinaloa, no alcanzan siquiera los 1100 seguidores y algunos ni siquiera mantienen cuentas oficiales en el espacio cibernético. Este hecho es solo una muestra, que, a decir de los analistas y consultores políticos entrevistados, nos revela que las organizaciones políticas no producen contenidos de valor y están dejando de lado a un grupo importante de posibles votantes: los millennials.
Si se utilizan las redes sociales para ser institucionales, mejor gastar el dinero en otra cosa.
Entrevistado por el periódico El Debate, Patricio Morales, experto en consultoría política y académico en el Tecnológico de Monterrey, campus Monterrey, señaló que la mayoría de los políticos se están equivocando al utilizar Instagram desde una perspectiva institucional. El académico preciso que al ciudadano ya no se le engaña tan fácilmente. Los pocos seguidores de los partidos, son resultado de que no están produciendo ‘contenidos de valor’ para los usuarios.
En las redes sociales, la oposición debe estar más activa y combativa que nunca.
Rubí Soriano, consultora en comunicación política gubernamental y campañas electorales, declaro al diario El Debate, que, en ocasiones los partidos no saben segmentar los contenidos en campañas. Tiene razón la especialista. Un político sin estrategia piensa que logrará el mismo efecto si sube su foto con una frase o el eslogan a Instagram, Twitter y Facebook, está equivocando el camino y debería de corregir su hoja de ruta para seguir el rumbo correcto
Sobran los periodistas analíticos y profundos que descalifican el discurso presidencial.
Si en algún momento se pensó que solo era Andrés Manuel López Obrador el que dividía o no al país con sus frases y sus dichos, eso ya no es tal. La polarización y crispación a las que tanto abonó primero en la campaña presidencial y ahora en Palacio Nacional, ya no las puede frenar. Perder el control en la capacidad y el monopolio de radicalizar es tan solo la punta del iceberg de otros asuntos y de otras formas en las que, de acuerdo a las encuestas comienza a verse rebasado.
Lo crea usted o no, 2019 será el año del desengaño de la cuarta transformación.
Indudablemente. El apoyo al Presidente Lopez Obrador sigue siendo alto, pero diversos grupos de enfoque consultados sugieren que ha cambiado su composición. En la mayoría que antes lo apoyaba había una fuerte representación de clases medias y hasta altas; no todos los de abajo, tal vez añorantes de clientelismos priistas y panistas, que existían, no vamos a negarlo, estaban convencidos de que les iba a ir bien con el presidente López Obrador, pero se han desengañado.
La polarización y la radicalización en redes sociales están superado al promotor de las mismas.
