En una comida con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, once Gobernadores emanados del PRI anunciaron su respaldo al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y se declararon listos para firmar su adhesión. La prensa escrita refiere que, durante el encuentro en Palacio Nacional, también acordaron fortalecer acciones en materia de seguridad, encaminadas al combate del delito de extorsión, el cual reconocieron que ha crecido en todo el país.
Los Gobernadores del PRI trabajan de la mano del Presidente Lopez Obrador.
En una exhibición pública del pragmatismo que debe regir en las relaciones con un Presidente de la República, once de los doce Gobernadores emanados del partido que antes era llamado la mafia del poder, se tomaron la foto en Palacio Nacional flanqueando a Andrés Manuel Lopez Obrador. Esta fotografía muestra el estado de postración que por política de supervivencia mantiene a los Gobernadores del partido que mantuvo el poder con una “dictadura perfecta”.
Asi lo predijo Yeidckol Polevnsky hace un año: “Se oye mejor Primor que Prian”.
La frase de Yeidckol Polevnsky cobra nueva vida con la reunión que sostuvo el Presidente López Obrador con los gobernadores del PRI, que aceptaron de manera sumisa adherirse al Insabi. No reclamaron nada del desorden del nuevo Instituto. Vamos. Ni siquiera de que carece de lo básico: sus reglas de operación. Eso sí, fieles a la más vieja usanza priista se “disciplinaron” y juraron brindarle un apoyo incondicional a la 4T en la implementación del nuevo sistema de Salud.
“Por sus frutos les conoceréis” ...
El PRI no ha dejado de ser lo que es. Oposición nunca lo fue y ahora son parte de la 4T. Es una lástima por partida doble. Para los amloistas que tanto abuchearon y vilipendiaron a los priistas, ahora los tienen con ellos. Y para los priistas de cuño que aún quedan y pensaban que algún día tendrían a representantes que podrían comportarse a la altura de las circunstancias, no les queda más remedio que apoyar a quienes se tomaron la foto en un brillante salón de Palacio Nacional.
Para explicar el colaboracionismo tricolor, basta con citar lo siguiente:
No hay dirigente nacional del PRI o, cuando menos, no se ha visto cuando más se ha necesitado. Alejandro Moreno, Amlito, se ha dedicado a practicar un prolongado acto de desaparición voluntaria de los escenarios de lucha cuando menos retórica. En el H. Congreso de la Unión, como animas en pena, deambulan los distinguidos priistas Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu, René Juárez Cisneros o Enrique Ochoa Reza, haciendo como que hacen, sin hacer nada.
Para la 4T, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Enrique Peña Nieto, son, virtualmente, intocables.