Opinion

Culiacanazo 2.0 ¿Qué cambio?

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Por Juan Francisco Lagarda 06 Enero 2023

Otra vez en jueves, el día de ayer jueves 05 de enero del 2023, vivimos en Sinaloa una nueva edición del Culiacanazo

Otra vez en jueves, el día de ayer jueves 05 de enero del 2023, vivimos en Sinaloa una nueva edición del Culiacanazo, ¿el motivo? El mismo, la detención de Ovidio Guzmán. ¿La diferencia? En esta ocasión no lo soltaron. Pero, ¿Qué cambio?, ¿Qué fue diferente entre este jueves y el de hace ya casi 4 años? De entrada, la ejecución del operativo, este fue en la madrugada y se actuó con rapidez, el delincuente fue detenido e inmediatamente transportado fuera de la ciudad. ¿Qué otra cosa fue diferente? La reacción de los grupos delincuenciales, quienes en esta ocasión no solo atacaron Culiacán, sino que extendieron sus ataques a otros municipios de nuestro estado. 

Por acá en el norte, específicamente en el municipio de Ahome, se encargaron de hacer bloqueos en todos los puntos que significaban entrada o salida a la ciudad, el primer reporte de bloqueos fue en el ejido 5 de mayo, después llego la información de un bloqueo por la carretera México 15 a la altura del canal de sevelbampo, y de ahí en la carretera Mochis-Topolobampo, la zona denominada lateral 18 y la carretera Mochis-Ahome a la altura del entronque al ejido Compuertas, todos puntos estratégicos para entrar o salir de la ciudad de Los Mochis, lo cual hizo que se sintiera un ambiente de zozobra entre la población al imaginarse que si se estaban bloqueando estos puntos era probablemente porque se pudiera estar planeando un ataque al interior de la ciudad. Los municipios de El fuerte y Choix también fueron víctimas de bloqueos. 

A lo largo del día se siguieron recibiendo reportes de mas y mas bloqueos en diversos puntos del estado, Mazatlán también fue víctima de estos ataques. Hubo mucha gente que quedo varada en diversos puntos de la carretera, en mi caso personal, mi suegra y mi cuñada estuvieron durante mas de 12 horas atrapadas en un autobús en algún punto entre Culiacán y la caseta del Pisal, el operador de la unidad decidió (de manera muy responsable) evitar llegar a la caseta ya que había reportes de grupos armados bajando a los pasajeros de los autobuses para después usar las unidades para incendiarlas y así bloquear los caminos. Como comentario adicional, al momento que estas líneas se están redactando, es hora que mi suegra y mi cuñada aun no llegan a casa.

Tuve oportunidad de escuchar en la radio el testimonio de una persona que viajaba a bordo de un autobús de los que fueron despojados, la persona comentaba que no satisfechos con el hecho de haberlos bajado del autobús, obligaron a todo el grupo de pasajeros a irse del lugar, teniendo que caminar durante kilómetros, bajo el sol (que quienes vivimos en Sinaloa, sabemos que el invierno, no es señal de que se acabo el calor) sin víveres, sin agua, y con gente de edad avanzada y niños dentro del grupo.

Hubo algunos videos donde se ve como algunos doctores eran retirados de hospitales, los rumores decían que los grupos delincuenciales los estuvieron llevando a diversas casas de seguridad para atendieran a sus heridos. Definitivamente, en este “Culiacanazo 2.0” los delincuentes se superaron a si mismos, extendieron sus daños a todo el estado y generaron gran preocupación entre la población.

El día de ayer se vivió con incertidumbre, los sinaloenses de bien lo vivimos preocupados por nuestra familia y nuestros amigos, la vida se paralizo, los negocios cerraron, las calles nunca se vieron tan desoladas, ni siquiera durante la pandemia la gente se quedo en casa como el día de ayer. En lo personal, tuve que salir de casa por algunos víveres, primero fui al abarrote más cercano y como era de esperarse estaba cerrado, después me acerqué a una cadena de supermercado cercana a mi domicilio, y el lugar no solo estaba cerrado, sino que también habían barricado con tarimas todas las entradas, continue mi búsqueda, pero todo estaba cerrado, nadie quiso averiguar si habría o no atentados en la ciudad, todos tomaron la mejor decisión.

Por acá en el norte las cosas se tranquilizaron conforme se fue haciendo viejo el día, pero hay reportes de que en Culiacán los problemas continuaron hasta altas horas de la noche.

Celebro que se haya detenido a un peligroso delincuente, sin duda, se necesitaba ver una acción de este tipo por parte del gobierno. Pero, ¿Realmente era necesario que la sociedad sinaloense tuviera que pasar por este infierno en 2 ocasiones? ¿Cuál fue la verdadera razón del porque no lo retuvieron en aquel entonces? Otra vez, ¿Qué cambio del 2019 al día de ayer?

Por respeto a las personas que sufrieron, no quiero hacer una comparación en cuanto a ¿cuál de los dos ataques fue más severo, el de 2019 o el de ayer?, lo que sí quiero comentar desde una postura meramente personal, es que el de ayer para mí fue menos frustrante, porque por lo menos todo lo que se vivió, a diferencia del 2019, no fue en vano, en esta ocasión si se retuvo a Ovidio.

Como pueblo, los sinaloenses nos vamos a sacudir rápido esto que paso, así lo hicimos en 2019, y de hecho, el día de hoy ya mucha gente se reincorporo a sus actividades, los negocios ya abrieron sus puertas de nuevo, y toca retomar la vida donde la dejamos antier. Pero que esto no se tome como un permiso para estarnos sometiendo a este tipo de eventos, sabemos que aún nos falta mucho por avanzar en temas de seguridad, y le toca a nuestro gobierno el prepararse para lo que se pueda venir después de esto. Y bueno, la verdad es que los ciudadanos no pedimos mucho, solo queremos la certeza de que, tanto nosotros como nuestros seres queridos, regresaremos a casa sanos y salvos después de nuestra jornada laboral.

Pero, retomando la pregunta inicial, ¿Qué cambio?, ¿Por qué en esta ocasión ya no liberaron a Ovidio?, ayer un muy querido amigo me señalaba el hecho de que en 2019 el principal argumento para liberar al delincuente fue que se quería salvaguardar la vida de civiles y de las familias de soldados y demás elementos de las fuerzas de seguridad. El día de ayer, no se liberó a Ovidio, pero tampoco se registraron (fuera del despojo de automóviles) atentados contra la vida de la población civil o contra las familias de los elementos de las fuerzas de seguridad. ¿Qué fue diferente? ¿En estos años los sicarios desarrollaron una conciencia ciudadana y decidieron que no lastimarían civiles? O será que, ¿en 2019, realmente nunca existieron tales amenazas?