Desigualdad y Covid-19
Por Moisés Gómez Reyna 08 Junio 2020
Perspectiva
Si bien los contagios por Covid-19 no discriminan y pueden
ocurrir prácticamente a personas de cualquier raza o posición social, la
realidad es que los efectos socioeconómicos negativos y la letalidad de la
pandemia sí son alarmante desiguales.
De acuerdo con datos de la Comisión de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas y ONU Mujeres, la pandemia ha afectado de manera
desproporcionada a minorías étnicas, raciales y a mujeres.
En Estados Unidos, por ejemplo, las defunciones de
afroamericanos por Covid-19 superan en más de dos veces a las de otros grupos
raciales. Lo mismo ocurre en Inglaterra y Brasil con afrodescendiente, migrantes
paquistanís o indígenas.
Estas disparidades son por la marginación,
discriminación y la falta de acceso a los servicios de salud que viven estas
minorías, además que suelen desempeñar trabajos que implican un mayor riesgo,
como el transporte, la salud y la limpieza.
Sin duda, estas diferencias también alimentan las
protestas masivas que se registran hoy en decenas de ciudades de Estados
Unidos.
En el caso de las mujeres, están siendo afectadas de
forma desproporcionada porque en América Latina el 37% trabaja en el sector
informal, contra sólo un 7% de los hombres.
Por lo tanto, las mujeres que trabajan tienen
ingresos más precarios que los hombres y es más difícil que puedan desarrollar
trabajo en casa o con las debidas precauciones sanitarias.
De esta forma, el Covid-19 amenaza con empeorar los
profundos niveles de desigualdad que existen en México y varios países del
mundo.
Tan sólo en nuestra región, de acuerdo con datos de
la Comisión Económica para América Latina (Cepal), amenaza con enviar a la
pobreza extrema a 16 millones de personas.
En México aún es insuficiente la información que se
tiene sobre cómo está afectado el coronavirus a minorías y grupos vulnerables.
No obstante, el Consejo de Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social (Coneval) está haciendo un primer esfuerzo que vale la pena analizar.
En su Visor Geoespacial de la Pobreza y el Covid-19
en México, el consejo advierte los siguientes datos:
1. De los mil 550 municipios del país con casos
positivos de Coronavirus, el 50.1% tienen tasas de pobreza que van del 60 a más
del 90% de su población. En contraste, sólo el 17.7% de los municipios con
casos tienen tasas de pobreza menores al 40% de su población. Para que tenga
una referencia, en Hermosillo la tasa de pobreza es del 19.4% y en Cajeme del
28.8%, pero en Yécora es del 71.7% y en Álamos del 64.3%.
2. Por otra parte, de los municipios con casos
positivos, el 72.2% tienen entre un 10 y hasta un 30% de su población con
carencia de acceso a los servicios de salud, mientras que sólo una cuarta parte
de los municipios con contagios tiene a menos del 10% de su población sin
servicios de salud.
3. Finalmente, el 61.7% de los municipios con casos
positivos tienen entre el 70 y 98% de su población con carencia de acceso a la
seguridad social. En contraste, apenas el 14.5% de los municipios con contagios
tienen a menos de la mitad de su población sin seguridad social.
Aunque estos datos quizás no son concluyentes, al
menos dan una “luz” de que el Covid-19 está afectando desproporcionadamente a
municipios con altas tasas de pobreza y población sin acceso a servicios de
salud o seguridad social.
De nuevo: Por qué no estudiar la posibilidad de establecer
un Ingreso Básico de Emergencia o Ingreso Mínimo Vital o como se le quiera
llamar, para apoyar a los sectores más afectados por la pandemia.
Aún estamos a tiempo de evitar que en México una
emergencia sanitaria se convierta en una desastre económico y humanitario.
Twitter:
@GomezReyna