El fentanilo, una realidad que acecha…
Por Juan Francisco Lagarda 26 Octubre 2022
Para los carteles mexicanos el fentanilo se ha convertido en una fuerte fuente de ingreso
El fentanilo es un opiáceo sintético 50 veces más potente que la heroína, fue
sintetizado por primera vez en 1960 por el doctor Paul Jannsen, buscando
obtener un medicamento con mayor potencia, pero con menores efectos adversos.
Fue utilizado por primera vez en Estados Unidos hasta 1968, y no como
monodroga, sino como parte de un medicamento llamado “Innovar” el cual contenía
Droperidol y Fentanilo en una relación de 50 a 1.
De 1968 damos un salto hasta el 2016, año en donde el fentanilo se llevó el
primer lugar en muertes por sobredosis en los Estados Unidos, logrando un
conteo de poco más de 20,000 bajas en la población, cabe mencionar que la
mayoría de estas muertes fueron provocadas por fentanilo fabricado ilegalmente.
La ruta del fentanilo ilegal partía de China y fluía directo hacia los
Estados Unidos, pero en 2017, según la DEA (Drug enforcement administration por
sus siglas en ingles), las cosas cambiaron y se abrió una nueva ruta a través
de México, donde los carteles locales comenzaron a importar la droga y apoyados
en los laboratorios clandestinos con los que ya contaban, comenzaron a
mezclarlo con otras drogas como heroína, metanfetamina y cocaína, además de
importar también precursores para la elaboración de su propio fentanilo.
Para los carteles mexicanos el fentanilo se ha convertido en una fuerte
fuente de ingreso, si tomamos en cuenta que el precio de elaboración de un kilo
de fentanilo ronda los $32,000 dlls y que de ese kilo se pueden producir hasta
un millón de dosis mismas que vendidas al menudeo pueden producir alrededor de
$20 millones de dólares, entonces es fácil asumir que el ingreso de la venta de
fentanilo es un ingreso que ayuda reforzar el poder económico de los carteles,
habilitándolos incluso, para incursionar en campañas políticas, tal y como se
ha visto en años pasados, y a la vez, ayudarlos a mantener los diferentes
frentes de guerra que se han abierto entre ellos con la finalidad de cuidar sus
plazas.
El fentanilo que se produce localmente, se produce con el fin de buscar el
mercado americano, sin embargo, cuando, por una u otra cosa, este no logra
llegar a su destino final tiene que encontrar venta en el mercado local, y así
es como en México se han comenzado a presentar casos de sobredosis por uso de
fentanilo, sobre todo en la frontera, donde su uso ha cobrado importancia y
desde ahí ha iniciado a extenderse al interior de la república.
En Sinaloa, se han presentado casos de usuarios que han consumido este
opioide sin saber que lo estaban haciendo, y es que los “dealers” locales están
vendiendo el “cristal” mezclado con un elemento sorpresa, mismo que está
ocasionando sobredosis y trastornos psiquiátricos entre los consumidores,
trastornos que en algunos casos terminan cediendo y permitiendo que el usuario recobre
sus facultades mentales, pero desafortunadamente en la gran mayoría de los
casos no es así.
Existen testimonios de consumidores de drogas duras como el cristal que
manifiestan haber tenido desagradables encuentros con el fentanilo, esto a raíz
de estas combinaciones que mencionamos. Los usuarios de la droga mencionan que
todo cambia, que el efecto que ellos buscaban en el cristal, es totalmente
diferente cuando se mezcla con fentanilo, la gran mayoría habla de un “viaje”
incomodo y hasta de terror, esto sin mencionar lo incomodo que es el síndrome
de supresión causado por esta droga, el cual hace que, en el afán de librarse
de él, el usuario vuelva a consumirlo.
En mi experiencia personal, recientemente tuve la oportunidad de atender a
un paciente que manifestaba haber tenido una experiencia sobrenatural muy estresante
donde un ente demoniaco lo seguía y observaba a la distancia, realizando
sonidos guturales para intimidarlo. Este mismo paciente manifiesta que la
última dosis que consumió antes de tener este tipo de alucinaciones le fue
vendida por su “dealer” habitual, mismo que al darle la dosis de la droga le
dijo que llevaba incluido un “regalito”, el paciente infirió que esta persona
se refería a que la “bolsita” que le vendieron llevaba más producto que lo de
costumbre. Sin embargo, basándonos en los síntomas que se presentaron después
del consumo, y en un antidoping realizado al paciente hoy sabemos que la
sorpresa no era un “pilón”, sino más bien, se trataba de fentanilo.
Definitivamente como sociedad civil es nuestro deber el tener encendidas las alertas, cuidar y educar a los nuestros sobre los peligros que existen en estos tiempos. Como profesionales de la salud, y en el caso particular de los especialistas en el tema de adicciones, el compromiso siempre será para con nuestros pacientes, el generar conciencia acerca de que las sustancias que hoy están en la calle, ya no solo los pueden seguir sujetando en la adicción, sino que ahora también pueden cobrar su vida de una forma muy rápida, ya que no se necesitan más de 2 gramos de fentanilo para provocar una sobredosis.
En este apartado, me gustaría hacer una mención especial a la Dra. Martha Alicia Torres Reyes, Comisionada Estatal para la prevención, tratamiento y control de las adicciones en Sinaloa, por su gran trabajo y compromiso en temas de capacitación, específicamente la capacitación en la guía mhGap, que ya pronto estará llegando a todos los establecimientos dedicados a la rehabilitación de problemas de adicción, dotándolos con conocimientos acerca de cómo se deben atender los distintos casos de sobredosis, para de esta manera poder coadyuvar a salvar vidas en riesgo, sin duda alguna, la doctora está realizando un trabajo importantísimo en un rubro que históricamente había estado en el olvido.