Opinion

Ingreso Mínimo Vital

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Por Moisés Gómez Reyna 20 Abril 2020

Perspectiva

El coronavirus está obligando a los gobiernos de todo el mundo a replantear no sólo sus estrategias y presupuestos de salud, sino también sus políticas económicas y sociales.
Ese es el caso de España, que en mayo próximo arrancará lo que ha denominado como el Ingreso Mínimo Vital, con el cual se pretende garantizar que alrededor de un millón de hogares en situación vulnerable cuenten con recursos básicos para afrontar la crisis desatada por el Covid 19.
Aunque todavía falta por afinar detalles, se pretende que las transferencias de dinero por persona o unidad familiar ronden entre los 500 y 950 euros mensuales (13 mil y 24 mil 700 pesos), lo que dependerá del número de dependientes económicos de cada beneficiario.
Aunque en México estas cantidades nos pudieran parecer altas, en realidad en Europa son los ingresos mínimos que requieren una persona o una familia para no caer en la pobreza extrema.
Este apoyo podrá ser solicitado por las personas cuyo ingreso esté por debajo de los 200 euros mensuales (5 mil 200 pesos) o cuando el promedio de ingresos por individuo en una familia sea inferior a los 450 euros mensuales (11 mil 700 pesos).
La medida estará acompañada de un programa de reinserción laboral para que sus beneficiarios puedan salir del desempleo y aspirar a mejores niveles de ingresos.
El Ingreso Mínimo Vital no es algo nuevo. En el País Vasco se aplica desde 1989 la Renta de Garantía de Ingresos, que otorga entre 650 y 950 euros mensuales a más de 60 mil beneficiarios, quienes se encuentran desocupados o tienen bajos ingresos.
Desde entonces, ha mostrado ser una opción efectiva para que evitar que los desempleados, madres solteras o adultos mayores con bajas pensiones, caigan en la pobreza extrema.
A quienes se encuentran sin empleo, les permite reincorporarse al mundo laboral con mayor facilidad, ya que pueden enfocarse en la búsqueda de vacantes, con la tranquilidad de recibir un ingreso mientras son contratados.
Por su parte, el Papa Francisco también propuso a los gobiernos del mundo la creación de un salario universal para los trabajadores más humildes y sin seguridad social, ya que ellos están siendo doblemente afectados por la pandemia, al vivir al día y no contar con un ingreso estable.
Entre los beneficiarios de esta medida consideró podrían estar trabajadores independientes, vendedores ambulantes, recicladores de desechos, pequeños agricultores, constructores y costureros.
En tanto, en México el Grupo Parlamentario del PAN en el Senado de la República, y en particular Damián Zepeda, está impulsado una propuesta para establecer un Ingreso Básico Universal de emergencia.
La idea sería otorgar a todos los trabajadores afectados por la contingencia del Covid 19, sean formales o informales, un apoyo mensual de 3 mil 207 pesos que representa la línea de bienestar establecida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
La medida de entrada sería temporal, al menos durante el tiempo que se pida a los trabajadores de actividades no esenciales quedarse en casa, esto a fin de que puedan acatar la disposición, pero con la seguridad de obtener un ingreso mínimo durante ese lapso.
Expertos de la ONU en derechos humanos recomendaron la adopción de medidas como el Ingreso Básico Universal de emergencia, para hacer frente a una potencial catástrofe económica y social provocada por el coronavirus.
Sin duda vale la pena considerar la aplicación de esta medida en nuestro país, pero el tiempo apremia, ya que del 13 de marzo al 6 de abril perdieron su empleo y sus ingresos más de 346 mil mexicanos. No hay tiempo que perder.

Twitter: @GomezReyna

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