¿Legalizar la marihuana en México?
Por Juan Francisco Lagarda 17 Septiembre 2019
La Opinión de Lagarda
Inicio esta columna con dos datos, que aunque no son sobre la marihuana, son muy importantes, y me ayudaran a construir el cuerpo de la misma: 1.- En nuestro país el abuso en el consumo de alcohol se incrementó en un 93% del año 2011 al 2016, y en el caso específico de las mujeres el incremento fue del 205%, y 2.- Cada año, mueren en nuestro país aproximadamente 24,000 personas en accidentes de tránsito relacionados al consumo de alcohol, es decir, un promedio de 65 fallecimientos diarios.
Pero, ¿Por qué abrir una columna acerca de la legalización de la marihuana con datos acerca del alcohol? Y la respuesta es la siguiente: Considero importante hacer, aunque sea pequeña y breve, una referencia de los estragos que esta generando en nuestra sociedad la droga legal con fines recreativos más popular de nuestro país, el alcohol; el alcohol servirá en esta columna como punto de referencia de lo que puede llegar a ocasionar una droga legalizada entre los miembros de una comunidad, lo permisivo que se puede llegar a ser con el uso y abuso de sustancias, solo porque cuentan con un estatus legal que las avala.
La marihuana ha sido factor generador de delincuencia organizada, de violencia y de criminalidad, y no estoy hablando de su consumo, si no de su venta y tráfico, con un vecino como el que tenemos al norte de la frontera el cual significa un mercado de 19.8 millones de consumidores, no es sorpresa que los capos de la droga hayan buscado reclamar el mercado para sí y como consecuencia la violencia se haya recrudecido en nuestro país. En este tenor, hay políticos e intelectuales que ven la legalización de la marihuana como una solución a este tipo de situaciones en nuestro país, y pareciera tener sentido, hasta que analizamos la situación a fondo, ¿Qué pasaría con las personas que se dedican al tráfico de marihuana una vez que esta se legalizara? ¿Se incorporaran a un régimen fiscal y crearan empresas formales? ¿Adiós a los cargos que puedan pesar en su contra por delitos en contra de la salud y tráfico de drogas?, pero bueno, ese es solo un arista de este problema, y aunque así pareciera, no es el más importante.
El tema de la legalización de la marihuana, es un tema que debe ser abordado desde la perspectiva de la salud pública, la adicción que genera y las consecuencias físicas del consumo de la misma deben ser contempladas en el debate que se habrá de generar en las cámaras de diputados y senadores de nuestro país. Investigaciones realizadas por el NIDA (NATIONAL INSTITUTE ON DRUG ABUSE de Los Estados Unidos) enlista una gran gama de efectos negativos que el consumo de la marihuana tiene en la salud tanto física, como mental de los usuarios de la misma, Por ejemplo, este comentario sobre un estudio de Nueva Zelanda realizado en parte por investigadores de Duke University, el cual demostró que las personas que comenzaron a fumar mucha marihuana en la adolescencia y continuaron consumiéndola perdieron, en promedio, 8 puntos de coeficiente intelectual entre los 13 y los 38 años de edad. Las personas que abandonaron la marihuana siendo adultos no recuperaron totalmente la capacidad mental que habían perdido; otro de los efectos enlistados por el NIDA tiene que ver con la intensificación de los síntomas en pacientes de esquizofrenia, la marihuana llega a ser un factor desencadenante de este trastorno mental.
Facilitar el uso y a la postre el abuso de esta sustancia en México, mediante la legalización de la misma, solamente generara mayores problemas en nuestra sociedad, basta observar el pobre manejo que tenemos del alcohol que tenemos como conjunto, para poder predecir que va a pasar con el consumo de la marihuana si se llegase a legalizar, esos números escandalosos en el aumento del consumo del alcohol, y la enorme estadística en torno a las vidas cobradas por accidentes relacionados con esa misma sustancia, dejan entrever el gran problema que tenemos como sociedad en lo que se refiere al consumo de estupefacientes legales, y esto es sin considerar la estadística del consumo de estupefacientes ilegales.
En lo particular, considero que no estamos preparados como sociedad para tener otro estupefaciente más con estatus de "legal", y sobre todo, el gobierno no está preparado para atender los problemas que se derivarían de tomar la decisión de legalizar la marihuana, es importante tomar en cuenta que actualmente en nuestro país las adicciones han ido en aumento y no existe un programa de gobierno lo suficientemente amplio para atender las necesidades de rehabilitación de la población, de hecho, el tratamiento de las adicciones está mayormente en manos de la sociedad constituida en asociaciones civiles; ante un aumento exponencial en el uso y abuso de la marihuana, ¿Qué hará el gobierno para atender esta problemática de salud?.
Reitero, es importante que cuando este tema se discuta en las cámaras de diputados y senadores, se aborde primordialmente desde el aspecto de la salud pública, porque es desde este punto desde donde los demás argumentos se han derivado, "que si la marihuana puede ser medicinal", "que si no hace daño porque es natural", etc, etc. La realidad es que la FDA (U.S. Food and Drug Administration) no ha reconocido, ni aprobado la planta de marihuana como medicinal, sin embargo, ha habido avances en las investigaciones científicas acerca de los más de 100 cannabinoides que contiene la planta, y mientras que algunos de estos cannabinoides son muy fuertes y causan serios daños a la salud cuando son empleados de forma inadecuada, existen otros que han permitido desarrollar medicamentos para tratar afectaciones como la epilepsia infantil, tal es el caso del Cannabidiol Quimico de la Marihuana (CBD) el cual se ha estado produciendo en forma de aceite con fines terapéuticos, cabe señalar, que a diferencia del THC (tetrahidrocannabinol) el CBD no es un cannabinoide que produzca el "high" de la marihuana, y es por esto que el tipo de medicamento que dé él se deriva no es muy popular entre los consumidores.
El debate en México no debería enfocarse en la legalización de la marihuana para consumo medicinal o recreativo, sino más bien, en cómo combatir el problema de adicciones que ya tenemos en nuestras manos, tratar el consumo de marihuana como lo que es, un problema de salud y no de seguridad pública, y en lugar de arrestar al usuario que detienen con una cantidad de droga para uso personal y mandarlo a la cárcel, se debe procurar que esa persona sea sujeto a un programa que le ayude a rehabilitarse.