Nubarrones económicos
Por Moisés Gómez Reyna 02 Marzo 2020
Perspectiva
Apenas iniciamos el mes de marzo y serios nubarrones comienzan a amenazar del panorama económico de México y el mundo en este 2020.
En lo interno Pemex, la principal empresa del país, anunció hace unos días que en 2019 registró pérdidas por 346 mil millones de pesos, un 92% superiores a las de 2018.
Para darnos una idea de la magnitud de estas pérdidas, su monto equivale a la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) anual de Sonora.
Expertos del Bank of America expresaron su preocupación de que este aumento en las pérdidas y el bajo crecimiento económico que presenta el País, orille a las calificadoras a quitarle a Pemex el grado de inversión.
De suceder esto, anticipan que entonces el Banco de México se vería limitado para continuar reduciendo la tasa de interés de referencia, lo que es esencial para reactivar la economía del país.
Por otra parte, en lo externo, el incremento acelerado de los casos de contagio del coronavirus fuera de China, ha encendido las luces de alarma en los mercados financieros y la economía mundial.
La cifra de muertes por el también llamado COVID-19 ronda las 3,000, y a consecuencia de su expansión a países como Corea, Japón e Italia, ya se está considerando incluso la posibilidad de cancelar los Juegos Olímpicos de Tokio de este año.
La semana pasada los mercados globales se desplomaron en promedio un 10%, incluyendo la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), lo que fue la peor semana bursátil desde el inicio de la crisis financiera de 2008 en los Estados Unidos.
Existe temor fundado ante una posible recesión global y pérdida de rentabilidad en las grandes empresas corporativas a causa del coronavirus.
En México y Sonora, compañías del sector industrial y en especial del ramo automotriz, han comenzado a sufrir los efectos económicos de la propagación del virus en China, esto por la falta de insumos provenientes del gigante asiático, cuyas fábricas han tenido que parar para contener los contagios.
No por nada, la calificadora Moody’s estima en un 20% la probabilidad de que este año China detenga totalmente su crecimiento por causa del virus, lo que llevaría por si solo a la recesión a varias economías emergentes como México.
En el documento “Escenarios Alternativos COVID-19”, la empresa prevé que en este escenario desfavorable, monedas como el peso se verían muy presionadas y sus bancos centrales estarían impedidos de bajar sus tasas de interés ante la amenaza de una posible fuga de capitales.
Frente a este panorama adverso, el Banco de México recortó sus pronósticos de crecimiento para la economía nacional en este 2020.
De un rango de crecimiento que oscilaría entre 0.8 y 1.8%, el banco central redujo su proyección a sólo 0.5 y 1.5%.
La institución señaló que este ajuste se debe a la debilidad de la economía global y la revisión a la baja de las expectativas de producción industrial en los Estados Unidos.
Definitivamente vienen meses muy complicados para la economía mexicana que pondrán a prueba la capacidad de respuesta del Gobierno federal en varios frentes.
En lo económico, la prioridad debe ser mantener la estabilidad de las finanzas públicas, evitar la tentación del endeudamiento, y poner en marcha planes, proyectos y programas concretos que generen confianza y estimulen la inversión en México.
También será crucial una respuesta oportuna y eficaz frente a la propagación del coronavirus, retomando los aciertos y corrigiendo los errores de la experiencia que tuvo México en 2009 con el virus de la influenza H1N1.
Una vez pasada esta emergencia y si salimos bien librados, bien podría aplicar aquella frase del filósofo y poeta alemán, Friedrich Nietzsche: “Lo que no te mata, te hace más fuerte”.
Twitter: @GomezReyna
