Opinion

Precio de las gasolinas

new.author
Por Moisés Gómez Reyna 13 Enero 2020

Perspectiva

La semana anterior señalamos en este espacio que, de incrementarse las tensiones en el Medio Oriente, entonces era muy probable un aumento en los precios internacional del petróleo y por lo tanto de las gasolinas en México.
Expusimos que esto se debía a tres factores:
1. Hoy el precio de las gasolinas en México es libre (no lo controla el Gobierno).
2. Existe una alta carga impositiva sobre los combustibles, principalmente a causa del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
3. El 70% de las gasolinas que se consumen en México son importadas y su costo fluctúa a la par de los petroprecios.
Esta problemática, naturalmente sugiere que se deban de hacer dos cosas:
a) Que Pemex eleve sustancialmente la producción de sus 6 refinerías y acelere la construcción de la refinería de dos bocas, a fin de reducir las importaciones de gasolinas y con ello tener un mayor control sobre el precio de éstas, e incluso hacer que baje.
b) Y que Pemex aproveche más la asociación estratégica que tiene con Shell en la refinería en Texas, a fin de producir más gasolina para abastecer al mercado mexicano a un precio de importación preferencial.
Lamentablemente la problemática de las refinerías de Pemex y el costo de las gasolinas en México es mucho más compleja, y por lo tanto esas opciones no son viables en el corto o mediano plazo para frenar un alza en las gasolinas y mucho menos para bajar su valor al consumidor.
Las razones de esta encrucijada son las siguientes:
De acuerdo con cifras de Pemex, en los últimos 14 años la producción total de petróleo crudo en México ha caído en 50%, pero en el caso particular del crudo “ligero” éste se ha desplomado en 47% de 2014 a 2019 (en sólo 5 años).
Así, en 2014 el 48% del crudo que producía México era “ligero”, mientras que un 52% era tipo “pesado”. Para 2019 el petróleo “ligero” representó sólo el 37% de la producción nacional.
Para nuestra mala suerte, las 6 refinerías con que cuenta Pemex en suelo mexicano están acondicionadas básicamente para procesar crudo “ligero”, justo el que menos estamos produciendo.
Es por este motivo que en 2014 las refinerías de Pemex operaban al 75% de su capacidad, mientras que en 2019 sólo funcionaron al 37% de su potencial.
Para elevar la productividad de las refinerías mexicanas se necesitan dos posibilidades: 1. Elevar la producción de crudo “ligero” ó 2. Reconvertir las plantas de Pemex para que puedan procesar petróleo “pesado”.
Ambas opciones implican cuantiosas inversiones y su realización es a mediano plazo.
Otra posibilidad es que México intercambie petróleo pesado por crudo ligero con Estados Unidos, pero ello requiere negociaciones políticas e implica costos comerciales, sin mencionar la complejidad logística que puede suponer.
Finalmente, la opción de que Pemex aproveche en mayor medida la refinería de la que es socia en Estados Unidos tampoco representa la salvación.
Primero Pemex tendría que presionar a su socio Shell para vender más de sus refinados a México y a un precio preferencial, lo cual no es factible ni rentable desde un punto de vista de negocios.
Por otra parte, suponiendo que Shell cediera, de poco sirve importar gasolina barata en Estados Unidos, si en México por ley se le aplicará un IVA del 16% más un IEPS de casi 5 pesos por litro.
En conclusión, si las tensiones en Medio Oriente llegaran a crecer, realmente es poco lo que se puede hacer para evitar un alza en las gasolinas en México.
Para contar con combustibles más baratos no hay de otra: Necesitamos bajar o eliminar el IEPS, reconvertir las refinerías existentes (no construir más) y elevar nuestra producción de crudo con el apoyo de la inversión privada, como se pensó con la Reforma Energética.

Twitter: @GomezReyna

Otras opiniones del autor

Este espacio es para ti. ¡Anuncíate con nosotros!